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lunes, 20 de mayo de 2024
martes, 4 de junio de 2024

Hidratarse consiste en reponer líquidos corporales, que perdemos a través del sudor, exhalación y eliminación de residuos; ante la individualidad que posee cada cuerpo, trasciende la importancia de tener en cuenta las necesidades diarias de líquidos que posee.
Importancia de una buena hidratación
Tomando en consideración que somos un cuerpo de agua, ya que aproximadamente dos tercios de nuestro peso corporal es agua, y que este estimación depende de factores como el sexo (biológico), edad y peso; podríamos dar por hecho el rol que desempeña el agua en nuestro cuerpo, siendo además la base para fluidos como: la sangre, saliva, orina, sudor y líquido Articular.
Por ello, y tomando en consideración lo antes mencionado, podríamos citar algunas de las funciones que tiene este vital líquido:
- Transporte de nutrientes y oxígeno a las células del cuerpo.
- Interviene en el proceso de convertir los alimentos en energía.
- Lubricación las articulaciones.
- Regulación de la temperatura corporal.
- Protección y amortigua los órganos vitales.
- Humedece el oxígeno que empleamos al respirar.
- Compuesto esencial de la sangre, que transporta los nutrientes a las células y los desechos fuera del cuerpo.
Una vez aclarada la importancia del agua en nuestro diario vivir, hay que mencionar la complejidad individual que poseemos cada uno, ya que las necesidades diarias de agua dependen de: nuestro estado de salud, del ambiente externo, Actividad física. Sumado a lo anterior, hay que tener presente las perdidas insensibles de agua, relacionadas con la funcionalidad de nuestro cuerpo, entre las cuales están: Perdidas durante la respiración, Perdidas por Transpiración (sudoración), perdidas en la eliminación de residuos corporales (Orina, heces), sumado lo anterior se estima que dichas perdidas suman diariamente aproximadamente de dos a tres litros.
Habiendo hecho hincapié en las distintas formas que se utiliza y se pierde agua corporal, resalta la importancia y la complejidad del equilibrio de este vital líquido; por ello, hay que tener presente las señales con las que el cuerpo nos alerta este posible desequilibrio, que van desde una deshidratación leve, donde verificaremos presencia de sed persistente, dolores de cabeza, sequedad de labios (mucosas) y orina concentrada (excesivamente amarilla); lo anterior es reversible mediante la ingesta de líquidos. Empero cuando verificamos signos y síntomas de deshidratación severa, llegando a presentarse síntomas de confusión, desmayo, anuria (no se verifica la necesidad de miccionar), palpitaciones y respiración acelerada; cuando posiblemente sea necesario una hidratación acelerada mediante líquidos endovenosos y la consecuente asistencia a centros de atención más cercano.
Ante estos escenarios, trasciende la importancia de tener en cuenta las necesidades diarias de líquidos que posee nuestro cuerpo, la cual es distinta para cada persona; pero se llega al consenso que para el sexo masculino sean necesario aproximadamente 13 vasos de agua al día y 9 vasos de agua para el sexo femenino. No necesariamente estas cantidades deben ser netamente agua, ya que distintos alimentos y líquidos aportan cantidades significativas de agua (aproximadamente 20% del total de líquidos diarios); alimentos como la sandía y espinaca, que son casi 100% agua, además de jugos, tés y café; cabe destacar que estos dos últimos no nos deshidratan, pero fuerzan la necesidad de miccionar, razón por la cual no pueden ser la base de nuestra hidratación. Además de bebidas rehidratantes, las cuales están dirigidas a personas deportistas, por lo que poseen un alto valor calórico, por lo que pueden ser perjudiciales.
Habiendo hablado de aportes y necesidades en circunstancias normales, hay que resaltar el aumento de requerimientos diarios aumentados en estados de enfermedad aguda y crónicas; enfermedades, como la diabetes o la insuficiencia renal crónica, y algunos medicamentos pueden hacer que orine con más frecuencia. También pierde mucha agua cuando se vomita, se tiene diarrea o se presentan cuadros febriles. En estos casos, hay que beber más agua para no deshidratarse.
Consejos para mantenerse hidratado
- Beba cuando sienta sed, o incluso antes.
- Beba agua u otras bebidas bajas en calorías, como café o té, o agua con gas o saborizada.
- Lleve una botella de agua y vuelva a llenarla cuando sea necesario durante el día.
- Beba a horas regulares. Por ejemplo, beba con las comidas.
- Tome agua antes, durante y después del ejercicio.
- Beba más líquido cuando haga calor o esté enfermo.
- Busque ayuda médica de inmediato si experimenta confusión, desmayos, taquicardia o respiración acelerada, o si no puede orinar.
Referencias
- Mayo Clinic - Agua: cuánto debe beber cada día, Instituto Nacional de Salud (NIH). (2023, Mayo 17). Consejos de salud: ¿Qué cantidad de agua deberías beber a diario?. https://newsnetwork.mayoclinic.org/es/2018/02/17/consejos-de-salud-que-cantidad-de-agua-deberias-beber-a-diario/
- Instituto Nacional de Salud (NIH). (2023, Mayo 17). Hidratarse para estar sano. https://salud.nih.gov/recursos-de-salud/nih-noticias-de-salud/hidratarse-para-estar-sano
- Dmitrieva, N. I., Gagarin, A., Liu, D., Wu, C. O., & Boehm, M. (2023). Middle-age high normal serum sodium as a risk factor for accelerated biological aging, chronic diseases, and premature mortality. EBioMedicine, 87, 104404. https://doi.org/10.1016/j.ebiom.2022.104404
- Gobierno de Mexico. (20, Marzo ). La importancia de una buena hidratación. https://www.gob.mx/salud/articulos/la-importancia-de-una-buena-hidratacion
- Hall Health Center-UW Medicine, Fine Living Essentials, McKinley Health Center. La importancia de la buena hidratación. https://www.hhs.texas.gov/sites/default/files/documents/services/health/texercise/importance-of-hydration-es.pdf
La importancia de una buena hidratación